"Nosotros mismos somos una empresa"
- CHUCK HEAD PIPUL
- 31 ene 2017
- 5 Min. de lectura
ENTREVISTA. BISILA BOKOKO, empresaria y filántropa
“De muchos de los problemas sociales que existen nos tendremos que hacer cargo las empresas, las personas”
“No esperes el mejor momento para emprender, emprende ya”

Bisila Bokoko es Embajadora global a través de su empresa BBES, tiene una línea de vinos que lleva su nombre Bisila Wines y es Fundadora y Presidenta del Proyecto Bisila Bokoko African Literacy, una organización sin ánimo de lucro que lleva la lectura en los lugares más recónditos del continente africano. Tenemos el enorme placer de charlar con ella dentro de la Semana Mujer Ideal 2017, promovida por Lucas Escalada en Malabo, en la que ella es homenajeada como Mujer Ideal (fotografía de Guinea Ecuatorial 360º).
¿Por qué animas a la gente a emprender?
Muchas de las consecuencias de las crisis económicas que hemos vivido se deben a que la gente no estaba preparada para emprender. Porque miran fuera lo que está dentro. Todo el mundo se queja que ha perdido el trabajo, que el Gobierno no les da ayudas, etc. Hay que cambiar de mentalidad e ir cada vez más hacia el autoempleo. Pensar en otras fórmulas porque hay muchas cosas que todavía no están hechas y que, por tanto, se pueden hacer. Cambiar la mentalidad, de los problemas que ves a tu alrededor, buscar en ti una forma de solucionarlos. Cuando emprendes tu destino sólo depende de ti, ya no sólo de que te lleves bien con tu jefe para ascender. Eres dueño de tu propia vida. Estamos en plena revolución digital y hemos de empezar a mirar out of the box (fuera de la caja), mirar hacia nuevos caminos. Los jóvenes tienen que crecer, desde muy jóvenes, con mentalidad empresarial.
Siempre dices que para emprender nunca hay que esperar el mejor momento… Pero, ¿y si no tengo el dinero?
Nunca tendrás el dinero suficiente para hacer lo que quieres. Siempre es el primer límite que nos ponemos: el problema financiero. He visto a muchísima gente trabajando en zonas rurales, con muchísimos menos recursos, y eso me demuestra que el que piensa en las limitaciones no hace más que buscar excusas. Los negocios crecen. Un ejemplo es una empresa de seguridad en Zimbawue, que ha ganado varios premios, y que empezó su negocio en la cocina sin ningún tipo de medio. Muchísima gente ha empezado en su casa. Tú tienes un sueño y te encantaría tener tu perfecta oficina, con todo tu equipo y una estructura estupenda. ¡Pero tienes que empezar por algún sitio! Es evidente que la financiación es algo importante, pero si no la hay, hay que empezar de cualquier manera, pero empezar. Cuando piensas en grande, ninguna limitación te frena. No hay nunca un mejor momento para empezar nada. ¡El momento es ya!
¿Cuáles serían las características (si es que existen) de un empresari@/emprendedor/a?
Nosotros mismos somos una empresa. Desde que te levantas por la mañana, tú eres tu propia empresa por que te estás vendiendo todo el día. Muchas veces depende de con qué mentalidad empiezas una empresa. Es claro que el empresari@ quiere tener dinero, es una de las principales razones por las que las personas emprenden, porque de ello vamos a vivir. Pero si sólo nos mueve el motivo económico será más fácil que tengamos frustraciones. Pero cuando es tu pasión y es lo que realmente te gusta, y va más allá de un simple trabajo, el dinero se convierte sólo en una vertiente más.
¿Qué es el emprendimiento social?
Yo creo mucho en el emprendedor/a social. Cuando lo que te mueve es cubrir una serie de problemas sociales y al mismo tiempo haces dinero (algo que es completamente legítimo). Y es allí donde tú encuentras el balance, porque estás al servicio de algo que te interesa y al mismo tiempo estás autogestionando tu vida y ayudando a otras personas.
Quizás en Guinea Ecuatorial aún nos queda mucho para eso…
¿Sabes por qué? Porque toda la responsabilidad social se deposita sólo en el Gobierno. Se piensa que “son otr@s los que tienen que solucionar esto”. Estamos en el siglo XXI y los Gobiernos de la forma que los conocemos están empezando a desaparecer. La empresa está tomando un cariz importante. Las personas ahora somos más protagonistas que nunca, ya no los entes ni los organismos oficiales. Son las personas por sí mismas las que están tomando, en cierto modo, el testigo de solucionar estos problemas. Aquí en Guinea Ecuatorial se tendrá que llegar a eso porque alguien tendrá que solucionarlo. De muchos de los problemas sociales que existen nos tendremos que hacer cargo las empresas, las personas.
Tú que viajas por todo el mundo, ¿existe alguna diferencia entre un empresari@ african@ de uno, por ejemplo, europe@?
Existen muchísimas diferencias entre Europa, Estados Unidos, Latino América, África…En cada lugar hay una energía completamente distinta. Pero tod@s tenemos en común la pasión por ser independientes. El emprendedor@ es una persona que nace emprendedor@, desde el principio es rebelde, le gusta dirigir su propia vida, tiene ideas y las quiere llevar a cabo…El african@, en general, es emprendedor@. Tiene su pequeña finca y vende sus cosas e incluso muchas veces las mujeres a través del trabajo agrícola se autogestionan. Luego otra cosa es que tengas las herramientas y la formación para convertirte en lo que nosotr@s llamamos emprendedor/a empresari@. Pero no hay que cometer el error de mirar a Occidente y centrarse en los porque no, hay que mirar sólo los porque sí.
Tu gran oportunidad fue en Estados Unidos…
En Estados Unidos hay otro espíritu emprendedor, el triunfo y el fracaso se ven de otra manera. Ell@s no dicen si en dos años no me funciona, cierro el negocio. Ell@s no van a abandonar, pueden ser 3 ó 5 años pero lo voy a conseguir. Y se ve bien cambiar de profesión. Ese es mi caso, lo que yo hice allí estoy convencida de que no lo hubiera hecho en otro sitio. Estudié Derecho y Económicas en España y trabajaba en comercio exterior. Pero también me encanta la moda y he hecho muchísimas cosas en este sector y como también soy una apasionada de la cultura he hecho muchísimas cosas culturales. El tema de las conferencias ha llegado un poco más tarde pero nunca me he negado a aprovechar las oportunidades que se me han presentado. Eso es algo que distingue a los norteamericanos de los europeos que somos mucho más limitados, es decir, que nos cuesta más cambiar de campo, dejar un trabajo fijo, etc. En Estados Unidos siempre estás preparad@ para todo, se sabe que las sillas no son para siempre y no tienes tanto vértigo a los cambios.
En el continente africano, también hay el problema de la formación…
Ciertamente otro factor es que en el continente africano no se conoce todo el potencial de carreras que existen. He ido a escuelas de África del Oeste y los niñ@s quieren ser abogad@s, médicos, pilotos, etc. Pero cuando llevo a gente, por ejemplo, que se dedica a la decoración de interiores, diseño gráfico, descubren un mundo que desconocían por completo. Es interesante que los jóvenes se den cuenta de que existen muchísimas profesiones, súper interesantes, y que pueden aportar mucho a nuestro país.
¿Animas a los empresari@s a hacer acciones filántropas?
Absolutamente. En mi caso, todo surgió en 2009, en mi primer viaje al continente africano, en Ghana. Recorriendo las zonas rurales, a mí me encanta leer, buscaba bibliotecas y no encontré muchas y las pocas que había casi no tenían libros. Todo fue bastante mágico porque no me lo había planteado lo de ser filántropa. Conocí a una persona, me regaló un trozo de tierra, me hizo como reina del pueblo, y yo doné una biblioteca a ese pueblo. Fue una relación muy bonita y me di cuenta de que, en realidad, era un acto egoísta porque ell@s me dan más que yo a ell@s. La filantropía es alimento para el alma y aprendo gratitud. Esos niñ@s están felices con lo que tienen y cuando yo vuelvo al “mundo occidental” siempre pienso que tengo que estar satisfecha de lo que tengo. Nos aporta lecciones de vida.
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